Para planificar, prevenir, preparar, proteger y recuperarse después de un peligro como una inundación, es necesario comprender el impacto que podría tener un suceso de este tipo en varios niveles. No hay duda de que las riadas se encuentran entre los más comunes y extendidos desastres naturales. Las inundaciones pueden tener impactos considerables en las personas y la sociedad, la propiedad, infraestructuras críticas, medio ambiente y patrimonio cultural. Tratamos a continuación y muy brevemente el impacto sobre cuatro de estos aspectos, para pasar a tratar las señales o huellas que dejan las inundaciones sobre la infraestructura de transporte, abordándolo desde la experiencia irlandesa.
Impactos sobre las personas y la sociedad. Las inundaciones pueden afectar a las personas de diversas formas: infligir lesiones y/o enfermedades, obligar a reubicarse o abandonar sus pertenencias, e incluso resultando en muertes. Además, las avenidas de agua pueden tener un impacto de gran alcance en las personas y comunidades cuando interrumpen el acceso a servicios comunitarios o infraestructuras como escuelas, servicios de salud, etc., durante un período de tiempo corto o prolongado.
Daños a la propiedad. La propiedad puede resultar gravemente dañada por las inundaciones, desde el mobiliario doméstico, la electricidad y otros servicios públicos, así como daños estructurales. Como el nivel de daño suele ser proporcional a la profundidad de la inundación, una destrucción significativa podría dejar las casas inhabitables durante meses.
Impactos sobre el medio ambiente. Las inundaciones degradan el medio ambiente al eliminar la vegetación, erosionando el suelo y facilitando la erosión o sedimentación de las riberas de los ríos. Las aguas de riadas pueden transportar contaminantes, como bacterias y pesticidas, que afectan a la calidad del agua y los ecosistemas.
Daños al patrimonio cultural. Las inundaciones pueden causar estragos en lugares con patrimonio cultural. Archivos y museos son particularmente vulnerables a las inundaciones repentinas que se caracterizan por un rápido aumento y disminución de las crecidas.
Daños a la infraestructura. Las inundaciones pueden perjudicar significativamente la infraestructura, como el transporte o servicios como el suministro de electricidad, gas y agua, afectando a personas y comunidades sustancialmente.
Las redes de transporte desempeñan un papel fundamental en las actividades económicas cotidianas al facilitar el movimiento de mercancías y personas. En caso de situaciones de emergencia provocadas por eventos meteorológicos extremos, la infraestructura de transporte es esencial en las operaciones de rescate y evacuación. En consecuencia, el impacto de las inundaciones en la infraestructura puede ampliar el impacto de las crecidas más allá de la región o comarca que está inundada.
El impacto de las inundaciones en la infraestructura de transporte de Irlanda
Irlanda, donde se encuentra el socio de AA-FLOODS, Trinity College Dublin, es conocido como el país donde «siempre está lloviendo». ¡Y la verdad es que a menudo lo es!. Pero el clima de Irlanda está cambiando, con efectos ya notados y proyectados para continuar y empeorar de acuerdo con las condiciones climáticas globales. Según Met Eireann, la Agencia Meteorológica Irlandesa, las precipitaciones observadas en la mayoría de las estaciones en 2020 estuvieron por encima del promedio. A lo largo de los años, los fenómenos climáticos violentos, como las tormentas, han devastado la Isla Esmeralda.
Tres formas de inundaciones afectan a Irlanda: pluviales, fluviales y de fuentes subterráneas. El primer tipo tiene su origen en lluvias intensas y persistentes. La segunda debido a que los ríos desbordan sus orillas. Finalmente, la tercera forma de inundación se produce por suelos sobresaturados en las regiones turbulentas. Estos son los tipos de inundaciones importantes que se han producido en Irlanda durante las últimas décadas, y el daño económico que han causado a la infraestructura de transporte han influido en el proceso de recuperación en las áreas afectadas.
El huracán Charley produjo inundaciones masivas en agosto de 1986
El huracán Charley llegó a Irlanda en la tarde del 25 de agosto de 1986, trayendo fuertes lluvias de más de 200mm en menos de 24 horas, provocando peligrosas inundaciones en la costa este. Una de las áreas más afectadas fue la zona de las montañas en el sur de Dublín y el condado de Wicklow, una de las áreas urbanas más densamente pobladas de la isla. Seis puentes fueron completamente destruidos y tres resultaron gravemente dañados debido a la socavación causada por las inundaciones. Cuatro puentes más de carreteras privadas se derrumbaron. Alcantarillas dañadas, abrasión intensa, material lavado desde un terreno más alto, así como árboles caídos y cables de telégrafo impidieron el uso de muchos kilómetros de carretera. Solo en el condado de Wicklow se registraron daños en carreteras y puentes por el valor de 3.000.000 libras irlandesas (equivalente a 9,9 millones de dólares en la actualidad). El Gobierno irlandés asignó la cantidad de 6.449.000 de libras irlandesas (el equivalente a 21.1 millones de dólares actuales) para la reparación de carreteras y puentes en todo el país
Inundaciones fluviales tras lluvias excepcionales en 2009
Las crecidas fluviales provocadas por las lluvias excepcionales de noviembre de 2009 tuvieron un impacto significativo sobre la infraestructura de transporte. Según Met Eireann, ha habido áreas en Irlanda donde ha llovido durante todo el mes, con fuertes precipitaciones durante más de dos tercios del mes (ver Figuras 1 y 2). El tráfico en muchas carreteras nacionales se vio severamente interrumpido, mientras que las carreteras regionales y locales en las zonas afectadas estaban intransitables. El costo reparando únicamente las carreteras se estimó en más de 225 millones de euros.
Invierno 2013/2014
Según la investigación de la Universidad Nacional de Irlanda, Maynooth, el invierno de 2013/2014 fue el más tormentoso de los 143 años durante los cuales se han llevado registros, dado la frecuencia e intensidad de las tormentas reportadas esa temporada. Desde mediados de diciembre de 2013 hasta principios de enero de 2014, Irlanda se vio azotada por una tormenta cada tres días. Las precipitaciones totalizaron 550mm, un 173% por encima del promedio. Los daños a la red vial fueron valorados en 16,6 M€, con un coste adicional de 6,95 M€ para ferrocarril, aeropuertos y las infraestructuras de la Guardia costera irlandesa. La tormenta Darwin, del 12 de febrero de 2014, causó más daños al sistema de transporte e infligió el mayor daño estructural, cuyos costes de restauración de carreteras y otras instalaciones de transporte ascendieron a 13,5M€.
Invierno 2015/2016
La precipitación media registrada en Irlanda en el invierno de 2015/2016 superó los 600mm. La tormenta Desmond (Figura 3) y la tormenta Frank fueron las dos tormentas principales que azotaron Irlanda a finales de 2015 y principios de 2016 provocando grandes inundaciones. Las carreteras locales estaban gravemente impactadas aunque se ha notado un daño importante en las carreteras nacionales y regionales y la red ferroviaria. El Gobierno irlandés destinó un total de 106 M€ a la reparación del Sector Transporte. Para carreteras regionales y locales el presupuesto fue de 90M€, 8 M€ para carreteras nacionales y 8M€ para red ferroviaria.
En los ejemplos anteriores, presentamos solo el daño de las inundaciones a la red de transporte. Existe un vínculo entre la intensidad de las inundaciones y los daños a la infraestructura de transporte. Las redes de transporte son críticas no solo para el proceso de evacuación durante la fase de respuesta, sino para el proceso de recuperación eficaz después de una inundación. Después de una inundación, la infraestructura de transporte (carreteras, ferrocarriles, puertos) ayuda a la recuperación de la actividad económica, así como a la reconstrucción de la infraestructura crítica. La infraestructura dañada (carreteras por ejemplo), puede aislar a las personas vulnerables que están en riesgo en el momento y después de un evento, por lo que es difícil que los equipos de rescate puedan llegar hasta ellos (Haiti podría servir como uno de los ejemplos más recientes).
La infraestructura dañada por las inundaciones podría aumentar el precio de los bienes y servicios, así como los costos de desplazamiento, no solo a nivel local, sino también regional. Asimismo, algunas personas pueden no tener la posibilidad de ir a trabajar, lo que les impide obtener unos ingresos, mientras que otros no pueden acceder a servicios críticos, como el cuida de la salud.
Después de un desastre, la recuperación del sector del transporte es una parte esencial de la recuperación general. Los esfuerzos actuales de AA-FLOODS se centran en acelerar los procedimientos de recuperación de los afectados por inundaciones en el Espacio Atlántico teniendo en cuenta todos los impactos potenciales sobre aquellos que han sido afectados por las inundaciones.
Elena-Alexandra Micu
Trinity College Dublin
Noviembre de 2021